Description
Si tan solo el miedo no se hubiera apoderado de mí… Si tan solo su llegada no hubiera dolido tanto… Si tan solo todo lo que sentía no hubiera sido tan fuerte… Mi historia comienza aquí, justo en mis dieciséis años, donde sin saberlo ya había entregado todo de mí a una persona que con unas pocas palabras podía hacerme la persona más feliz o miserable en cuestión de segundos. Su sola presencia producía tantas emociones en mi interior que pronto sentí miedo por no poder controlar mi vida y por sentir que mi mundo dependía de él. Y es que cuando el amor no es correspondido, ¿Qué nos da valentía para confesarnos? Desconocer sus sentimientos era absolutamente aterrador, en especial cuando se contradecía con sus acciones. La felicidad y el dolor iban tan tomados de la mano que ya no sabías cual estabas sintiendo, pero sí sentías el amor y sus espinas en tu interior.
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