Description
Érase una vez un lobo tan vago que, por no esforzarse, no comía más que sopas de arroz. Un día se miró en el espejo y, al verse tan flaco, decidió convertirse en un lobo feroz. En las primeras recopilaciones de cuentos rusos aparecieron numerosos relatos de animales, que se remontan a la época en que la principal subsistencia del hombre era la caza. Mientras los hombres cazaban, las mujeres ensalzaban a los animales, hablando de sus habilidades y astucia en la lucha con los más fuertes. Un universo fabuloso donde la astucia triunfa sobre la brutalidad, y el derecho a la vida y la armonía con la naturaleza acaban imponiéndose sobre la maldad. A través de la técnica de un collage muy sintético y con gran economía de recursos cromáticos, el ilustrador Chené Gómez busca los elementos esenciales de la historia, consiguiendo un ambiente minimalista y claramente efectivo, en el que con los recursos precisos consigue imprimir carácter y fuerza a los personajes y al universo en el que se desarrolla el relato.
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